Cuando se aproxima un fenómeno natural, la prevención jurídica es clave para proteger tus activos, cumplir con tus obligaciones contractuales y salvaguardar la estabilidad de tu organización.
Te comparto algunas recomendaciones legales y preventivas para fortalecer tu capacidad de respuesta y minimizar los riesgos derivados de situaciones imprevistas:
• Revisa y actualiza tus pólizas de seguro.
Verifica la vigencia, alcance y exclusiones de tus pólizas. Asegúrate de que contemplen daños por inundaciones, vientos o desastres naturales, y conserva copias digitales junto con los contactos de tu aseguradora y corredor.
• Respalda tu Documentación Legal y Financiera.
Protege contratos, títulos, registros mercantiles y estados financieros mediante respaldos digitales cifrados o almacenados en servicios de nube seguros. Esto garantiza la continuidad operativa y facilita cualquier reclamación o trámite posterior.
• Registra Evidencia de tus Activos.
Elabora un inventario actualizado con fotografías, videos y descripciones de tus bienes muebles e inmuebles. Este soporte probatorio puede resultar determinante en procesos de reclamación o tasación de daños.
• Examina las Cláusulas Contractuales de Fuerza Mayor.
Analiza los contratos vigentes, comerciales, laborales o de arrendamiento, para confirmar la existencia de cláusulas de fuerza mayor o caso fortuito. Su correcta redacción y aplicación pueden evitar litigios o penalidades por incumplimiento involuntario.
• Define Protocolos de Comunicación y Continuidad.
Establece canales formales para informar a empleados, proveedores y clientes sobre medidas preventivas o cambios operativos. La comunicación oportuna reduce riesgos legales y demuestra diligencia empresarial.
La gestión legal preventiva no solo mitiga contingencias, sino que también proyecta liderazgo, responsabilidad y visión estratégica ante escenarios de incertidumbre.