Diciembre inicia y, con él, el movimiento corporativo para el pago de la Regalía Pascual. Sin embargo, en la mayoría de las organizaciones, incluyendo aquellas que presumen modelos avanzados de compliance, persiste una anomalía que revela más de lo que parece: el uso del término “doble sueldo”, un concepto inexistente en la legislación dominicana.
En plena era del E.S.G. (Medioambiental, Social y Gobernanza), donde la transparencia y la gestión del capital humano son métricas que determinan valor empresarial, continuar empleando un término erróneo no es una simple costumbre cultural: es una práctica que pone en riesgo la credibilidad institucional.
Cuando una organización con aspiraciones de madurez utiliza un concepto que la ley no reconoce, está incurriendo en dos fallas estratégicas:
1. Erosiona la confianza interna. La imprecisión genera ambigüedad; la ambigüedad, sospecha. Si su gente no entiende qué se le paga, cómo se calcula y por qué, la percepción de opacidad aumenta y se debilita la relación de confianza con el empleador.
2. Debilita la cultura de rigor. No puede exigirse excelencia operativa mientras se perpetúa la informalidad conceptual. El “doble sueldo” es el reflejo de un discurso laboral anclado en la tradición, no en el conocimiento. Una empresa seria se reconoce por la precisión de su lenguaje.
La falta de una comunicación sólida sobre la Regalía Pascual provoca expectativas infladas y conflictos innecesarios. La creencia popular de que “es un salario completo” genera frustración cuando el monto resulta menor porque, tal como establece la ley, equivale a la doceava parte de lo efectivamente devengado.
Seguir usando “doble sueldo” ya no es una inocente costumbre. Es una debilidad conceptual que una organización moderna no debe permitirse.
Un gesto simple, una señal poderosa. La diferencia entre una empresa común y una empresa seria no está en el tamaño del balance, sino en la coherencia de su lenguaje.
Este diciembre, envíe una señal inequívoca de madurez corporativa:
- Elimine el término “doble sueldo” de su vocabulario interno y comunique la Regalía Pascual con el rigor técnico y legal que corresponde.




